18 jul 2011

Atacante Silencioso

Me tomaste por sorpresa, me atacaste
sin recelo, sabías que no había otra opción.
En las condiciones en que me encontraba era
el blanco perfecto… Y sin
pensarlo dos veces, lo hiciste.
Yo ya te conocía de antes. Sé que eres un asesino en
serie. Sé que atacas a todos sin compasión… Yo
no era la excepción.
Me tomaste por mis manos… ya era poco lo que
podía hacer. Intenté sacarte de mí, pero mis intentos
eran en vano.  Invadiste mi cuello y te apropiaste de mi rostro.
Era tarde para poder hacer algo. Mi espalda estaba envenenada y temblante.

Sentía como escarbabas en mi cuerpo, como tu mágico poder maligno
se adueñaba de cada célula en mi piel, convirtiendo ésta en
una superficie extraña y ajena.
Me afectaban cada vez más tus dolorosas
puñaladas. Me encontraba desnudo frente a tu dominio. Mi cuerpo
yacía moribundo en el pavimento… Mis manos moradas ya no
servían para nada, mis pies adormecidos ya estaban.
¿Iba a ser otro más en caer contra tus tácticas?
¿Ya nada más podía hacer para enfrentarte?
¿Solo me quedaba seguir teniendo frío?