1 nov 2012

Regresaste


Quise matarte en el pasado, ese pasado
que ni yo me lo hubiese imaginado.
Quise matarte porque ya lo había entendido,
porque yo ya había crecido.
Quise matarte la semana pasada
porque me hice la idea de que conmigo ya no estabas.

Pero cambiaste… y me transformaste,
me hiciste pequeño, me volviste joven,
te disfrazaste de mago y… ¡Abracadabra!
me convertí en risas.
Fui el único espectador, el que aplaudió más fuerte,
el que se rió con más ganas,
el que agradeció el show, el gran espectáculo,
Tú.

Me volviste un niño, pero un niño diferente…
No el niño de Abril, no el niño de Mayo,
sino que un niño que ha caminado más,
que conoce un poco a ese mago que hace reír a muchos
Ese mago que debe ser muy afortunado por lo que tiene.
(¡Debe ser uno excelente!)


Caminé… caminé… caminé poquito, pero lo hice.
Lo hice entendiendo cada sendero y sin arrepentirme
de los pasos que di y las huellas que dejé
(bueno, creo que si lamento algo).
Por lo mismo ahora comprendo mejor las cosas,
las vivo y las dejo fluir cual gota de agua
cae por las cascada.

Hubiese dado más, no me costaba mucho dar otro salto.
Hubiese dado más, dejar pasar el tiempo al ver tus ojos en esa despedida.
Hubiese dado más, simplemente quedarme tranquilo ahí… contigo.

Pero  no importa, porque feliz estoy igual,
feliz por ese regalo, feliz por todos esos puntos…
que van más allá de simples roces, es el tiempo lo que vale.